La energía electromagnética de alta frecuencia (30MHz) es aplicada a través de una aguja muy fina (más delgada que un cabello) que rompe la hemoglobina (1/100s) y se convierte en una pequeña molécula que puede ser absorbida por el tejido de la piel; esta ruptura libera energía en la epidermis destruyendo el capilar; los restos de hemoglobina residuales pueden ser absorbidos por la piel.
Está indicado para el tratamiento de: arañas vasculares, manchas de la edad, quemaduras solares, gránulos de grasa, úlceras de las piernas, linfedema y tratamiento del acné.
Las arañas vasculares pueden eliminarse en una sola sesión, sin apenas dolor y sin que vuelvan a aparecer. No requiere anestesia tópica en la mayoría de los casos. No suele dejar manchas ni cicatrices.